Una mujer en armonía con su espíritu es como un río que fluye. Ella va a donde va sin pretensiones y llega a su destino para ser ella misma, y sólo ella misma.
Pienso que todas las mujeres en su corazón anhelan tres cosas: estar enamoradas, jugar un papel insustituible en una gran aventura, y dar a conocer la belleza. Eso es lo que hace que una mujer cobre vida.
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